En el amplio mundo de los cócteles, hay uno que siempre ha sido considerado por los expertos como el más emblemático: el Old Fashioned. Estamos ante un símbolo de la elegancia y la tradición que, en el mundo de la mixología, se ha convertido en el padre de los combinados.
¿Dónde nace el cóctel Old Fashioned?
Para conocer el origen de esta bebida, debemos viajar hasta los bares estadounidenses del siglo XIX. Se cree que este cóctel icónico nació en Kentucky, alrededor de la década de 1880, en una época en la que la coctelería estaba experimentando una mayor creatividad. No obstante, lo que hacía diferente al Old Fashioned en este momento era su simplicidad y su enfoque en el sabor del whisky.
En sus orígenes, se conocía simplemente como “whisky cocktail”. Simplemente se trataba de una mezcla de bourbon, azúcar, agua y un toque de bíteres servidos en un vaso corto con hielo.
El creador de una bebida histórica
Aunque el origen de este cóctel no es completamente seguro, se cree que fue servido por primera vez en el club de caballeros Pendennis Club. Este se sitúa en la gran ciudad de Louisville, donde hay una rica producción de bourbon.
No obstante, se le atribuye la popularización al coronel James E. Pepper, propietario de una destilería en esta localidad de Kentucky, pues llevó el Old Fashioned al bar del hotel Waldorf-Astoria de Nueva York.
El rey de las bebidas del siglo XX
Con la Ley Seca, entre 1920 y 1930, este cóctel se intentó mantener entre los bartenders y se llegó a camuflar con diversas frutas por el mal sabor de whisky, de una mala calidad.
A medida que avanzaba el siglo XX, y con el fin de la prohibición, el Old Fashioned pudo continuar ganando popularidad en Estados Unidos, llegando a traspasar las fronteras. De esta forma, consiguió convertirse en una bebida básica en todos los bares y salones del país.
A pesar de los cambios en las tendencias de la coctelería, que se dirigía cara bebidas más elaboradas y exóticas, este combinado mantuvo su lugar como un clásico atemporal. Su carácter elegante lo convirtieron en una opción popular para aquellos que apreciaban la calidad y admiraban su estatus como símbolo de sofisticación.
El renacimiento de un cóctel histórico
A finales del siglo XX y principios del XXI, el mundo de la mixología comenzó a experimentar un renacimiento. De nuevo, llegaba una tendencia que prestaba interés en las bebidas clásicas y los métodos de preparación tradicionales.
Coincidiendo con una mayor búsqueda de calidad por parte de los bebedores, el Old Fashioned vivió su renacimiento. Bartenders de todo el mundo comenzaron a reinterpretar este cóctel legendario, experimentando con diferentes tipos de whisky, bíteres artesanales y métodos de preparación innovadores.
El Old Fashioned en la cultura moderna
En la actualidad, este clásico cóctel continúa siendo una bebida básica en todos los bares del mundo, desde los más exclusivos hasta los de carácter tradicional. Su popularidad ha roto las fronteras del entorno de la mixología, llegando a ser apreciado por un amplio número de consumidores, tanto expertos como aficionados.
La receta clásica ha resistido la prueba del tiempo, con su mezcla de bourbon, azúcar, bíteres y un toque de agua todavía siendo la favorita de muchos. Sin embargo, también ha habido una explosión de creatividad con la incorporación de diferentes tipos de whisky y jarabes caseros.
Además, el Old Fashioned ha encontrado su lugar en la cultura popular, apareciendo en películas, series de televisión y obras literarias como un símbolo de sofisticación. Por ejemplo, es muy posible que, si eres seguidor de Mad Men, este combinado te suene gracias al personaje Don Draper.
El auténtico ritual para conseguir un cóctel perfecto
Una de las características más distintivas del Old Fashioned es su preparación ritualística. Para elaborar este cóctel, necesitaremos machacar el azúcar con bíteres, añadir whisky y revolver con hielo, así podremos liberar los aromas y sabores de los ingredientes.
Dicho protocolo no solo realza la experiencia sensorial del combinado, sino que también evoca un sentido de conexión con la historia que se encuentra detrás.
Este proceso es también adoptado por los aficionados caseros, quienes han abrazado la práctica de preparar cócteles con atención al detalle y cuidado. El acto de hacer un Old Fashioned ofrece un momento de pausa y contemplación. De esta forma nos podemos permitir como bebedores apreciar verdaderamente la artesanía detrás de su bebida.
¿Cómo preparar un Old Fashioned?
Para elaborar este combinado, empieza colocando una cucharada de azúcar en un vaso de cristal robusto. Añade dos o tres chorritos de angostura y agua muy fría o, como sustituto, soda. Mezcla todo con una cucharilla hasta que se disuelva el azúcar y se convierta en un jarabe de color pardo.
Añade dos o tres cubos grandes de hielo. Verte y agita el licor en varias fases para asegurar una mezcla uniforme. Por último, añade un trozo de cáscara de naranja retorcida para extraer todos sus aromas.
A mayores, y de forma opcional, podemos culminar añadiendo una cereza como adorno o una piel de limón para incrementar los aromas de este clásico cóctel.