Durante los últimos años, en el complejo mundo vitivinícola, hay un producto que ha llamado especialmente la atención a aficionados y expertos: el vino orgánico. Hoy en Lester te contamos qué hace que sea tan especial y por qué es tan interesante para los que se preocupan por el medioambiente y su salud.
¿Qué es el vino orgánico?
Aunque algunos lo confunden, el vino ecológico no es exactamente igual que el biodinámico. En este último, la práctica va más allá de únicamente adoptar unas técnicas sostenibles.
El vino orgánico se elabora utilizando uvas cultivadas sin el uso de pesticidas, herbicidas u otros productos químicos. Para mantener el equilibrio en el viñedo, los viticultores orgánicos emplean prácticas agrícolas sostenibles, como el compostaje, la rotación de cultivos y el uso de depredadores naturales.
¿Cómo se producen el vino orgánico?
La producción del vino orgánico se centra en las prácticas enológicas respetuosas con el medio ambiente y con la salud de los consumidores. Para conseguirlo, se evita el uso de elementos sintéticos durante el cultivo de las uvas. Además, estas se cosechan a mano, seleccionando cuidadosamente la fruta madura y saludable para conseguir un producto de mayor calidad.
Durante la vinificación, se utiliza la fermentación natural con levaduras autóctonas o seleccionadas orgánicas, evitando aditivos químicos. Los vinos orgánicos, principalmente los tintos, envejecen en barricas de robles u otros recipientes durante un periodo determinado para poder desarrollar su complejidad.
Una vez ha alcanzado su punto de maduración óptimo, se embotella utilizando materiales orgánicos de envasado, como corcho natural o tapones de rosca libres de productos químicos.
Los beneficios únicos del vino orgánico
Como todos los vinos, los ecológicos ayudan a la regulación de la presión arterial, mejoran la salud cardíaca y afectan positivamente al metabolismo y al sistema inmune. Sumado a esto, el vino orgánico ofrece una serie de beneficios exclusivos por su composición.
Dile adiós a los químicos
Al optar por este tipo de vino, los consumidores pueden reducir su exposición a residuos de pesticidas y productos químicos dañinos para la salud. Esto es especialmente importante para las personas que son sensibles a estos componentes o que desean minimizar su consumo de sustancias artificiales.
Aporta nutrientes a tu organismo
Estas cosechas y prácticas orgánicas tienen como resultado uvas con gran contenido en Vitamina C, hierro, fósforo y magnesio. Todos estos nutrientes nos permiten cuidar de nuestro cuerpo y mantener nuestros huesos fuertes.
Prácticas agrícolas ecológicas, como el compostaje, son las que ayudan a mejorar la fertilidad del suelo. Es por esto que las bodegas de vino orgánico tienen uvas más sanas y nutritivas, así como productos de mayor expresión del terruño.
La ausencia de nitratos y sulfatos en los productos reduce los dolores de cabeza y permiten que las personas que son alérgicas puedan disfrutar la experiencia completa.
Descubre el sabor pleno del vino
En relación con los aditivos, no utilizarlos durante la producción permite que el vino orgánico tenga un sabor más auténtico y expresivo.
Este puede reflejar mejor las características naturales de la uva y el terruño, permitiendo que los sabores y aromas se desarrollen de forma completa en la boca del catador.
Una producción que cuida el planeta
Por otro lado, los viñedos orgánicos suelen albergar una mayor biodiversidad de plantas, insectos y animales. Al evitar el uso de productos químicos, se crea un entorno mucho más equilibrado que favorece a los polinizadores como las abejas.
Por supuesto, este tipo de vino ayuda a reducir la huella de carbono y tiene un carácter sostenible. La agricultura orgánica es menos intensiva en recursos y genera menos contaminación que la agricultura convencional.
Al minimizar el uso de productos artificiales y promover prácticas sustentables, el vino orgánico puede tener un impacto ambiental más bajo en términos de consumo de agua, emisiones de carbono y contaminación del suelo y del agua.
Asegúrate de encontrar el vino orgánico adecuado
A la hora de buscar un buen vino orgánico, es importante buscar certificaciones reconocidas que garanticen que ha sido producido de acuerdo con estándares estrictos de agricultura orgánica.
Una de las más reconocidas es la Certificación Orgánica de la Unión Europea, que garantiza que el ha sido elaborado de acuerdo a las regulaciones de la UE. Los vinos con esta autentificación llevan el logotipo verde de la UE y el término “Orgánico” en la etiqueta.
Otro de los más populares es el Sello USDA Organic de Estados Unidos. Este certifica que el vino ha sido producido siguiendo las normas orgánicas establecidas por el Programa Nacional Orgánico del USDA. Podrás identificarlos por su logotipo verde y blanco en las botellas, que va acompañado del término “Orgánico”.