Rubén Rodrigo es un cruce entre churrasco de ternera salmantina y espeto malagueño. Es artista plástico, trompetista ocasional y amante de los libros y el cine a jornada completa, probablemente le encontraréis tomando un cóctel en alguno de sus bares favoritos, cualquiera de los 15.000 que hay en Madrid.
Hemos podido ver sus últimos trabajos en la Galería Castellana 22 de Wecollect Club. Toda una reflexión acerca de la espiritualidad del color en telas de gran formato, que nos recuerda la vitalidad del “Colorfield” americano de los años 50 y la intimidad de las acuarelas japonesas, el “Sumi” de los Maestros Zen.
En su estudio de Carabanchel está inmerso en su siguiente proyecto: “The Light and The Fury”, trabajos de pequeño y gran formato que se expondrán en Salamanca, Londres y París, y este verano en la Carolina (Jaén), en una exposición multitudinaria muy especial comisariada por Juan Francisco Casas, y en la que “seguramente acabaremos todos en la piscina municipal o en el cuartel de la Guardia Civil.”
Si queréis ver cómo acaba la historia podéis seguir a Rubén en su Instagram.
El look de Rubén
Para Rubén en su trabajo lo fundamental son las formas y los colores. En su manera de vestir, desde hace tiempo, busca monocromías y líneas sencillas.