La llegada del otoño tiene sus propios placeres particulares: el crujido de las hojas al caminar, el olor a castañas asadas o las agradables noches junto a la estufa. Volvemos a un armario más estructurado y menos informal, donde apartamos camisetas y camisas ligeras de verano para hacer sitio a prendas con más peso.
En otoño la chaqueta puede ser lo suficientemente liviana como para funcionar en un clima de transición antes de que un abrigo de invierno se convierta en una necesidad imperiosa.
La llegada del otoño siempre implica un cambio en nuestra forma de vestir, y hacia una mayor sofisticación en las prendas. Por eso, en esta época del año, la chaqueta debe ser tu imprescindible. Pero, ¿cómo combinarla bien?
Combínala con un jersey de cuello vuelto
El cuello vuelto, en su momento casi dominio exclusivo del outfit de golfistas, se ha convertido en un artículo icónico y, cuando se usa con chaqueta, también es una opción viable para la noche.
Combinará perfectamente con una chaqueta de corte estrecho, ya sea en lana para el día o en lustroso algodón para después del anochecer. Con una chaqueta marrón de tweed a cuadros, por ejemplo, puede parecer más complicado de combinar, pero gracias a nuestros cortes y proporciones en una prenda icónica para nuestra marca, se verá un look fresco y elegante.
Prueba con una chaqueta ligera
Una chaqueta de gabardina, por ejemplo, es una sabia inversión para el otoño. Actúa como una prenda de vestir exterior para el día a día, pero permite un cierto grado de transpirabilidad y no abriga mucho. Puedes combinarla con prendas de punto como cárdigans o suéteres, con una camisa holgada debajo para una apariencia más informal.
Úsala con un chaleco acolchado
Un buen consejo es hacerse con un vest, si aún no lo tienes. Hace tiempo que la combinación chaqueta – chaleco acolchado (tanto por dentro como por fuera), se encuentra ya consolidada. Y no es de extrañar ya que dota al look de fuerza, cierto aire deportivo y, a la vez, luce realmente impecable. Prueba a utilizar con el vest una chaqueta con un tejido sólido como el tweed, y quedará perfecto.
Prueba tonos de chaqueta diferentes
Piensa más allá del azul marino y experimenta con el color. No estamos abogando por prendas estridentes, pero una chaqueta en un tono intenso, combinada con prendas en tonos complementarios, quedará equilibrado y elegante. Reduce los accesorios, como pañuelos de bolsillo y alfileres de corbata, para que los colores hagan su trabajo.
Usa la chaqueta también en looks más casual
Una chaqueta más informal también añadirá un toque de vitalidad a tu atuendo. Puedes utilizar, por ejemplo, una chaqueta de gabardina con esos bolsillos y remates que la hacen más informal. La puedes combinar con capas de contraste y con texturas diferentes. Puedes mantener el look casual acompañándolo con pantalones de pana, micropana o denim.
Combínala con denim
El denim ya ha dejado atrás sus raíces de ropa de trabajo para aceptarse como un atuendo formal. Usar denim con una chaqueta puede ser una combinación perfecta entre lo elegante y lo informal, el uno contrarresta al otro.
Hay que recordar también que la chaqueta azul marino en particular, es lo suficientemente versátil como para haberse ganado un lugar preferente en el armario de cualquier hombre a lo largo de los años.
Juega con el color
Una chaqueta en tono neutro será la aliada perfecta para los colores vivos. Un bloque sólido de color como parte de un look casual, es probable que pueda parecer demasiado exagerado. Añadir una chaqueta le dará una estructura y formalidad muy necesarias para redondear el look. Como regla general, los tonos camel funcionan bien con naranjas, rosas y verdes, mientras que los tonos azul marino combinan bien con burdeos más oscuros o rojos.
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