La camisa es una prenda fundamental en el armario de cualquier hombre, independientemente de cuál sea tu estilo. Es posible que algunos recurran a ella para ocasiones especiales como bodas, reuniones de negocios u otras situaciones de etiqueta.
Sin embargo, los amantes de la moda comprenden la gran versatilidad que presenta esta prenda, sea cual sea su color. De modo que, con una sola camisa, se pueden crear numerosos estilos; lo importante es saber con qué la puedes combinar y la forma en la que la adaptes.
Desde Lester, apostamos por las camisas de manga larga por encima de las de manga corta. ¿Por qué? Esta última no siempre es adecuada para cualquier tipo de evento, sobre todo en entornos más formales o acontecimientos menos veraniegos.
No obstante, las camisas de manga larga te permiten utilizarlas tanto con un conjunto elegante como para momentos más informales. Para ello, aquí tienes diferentes maneras de remangarse una camisa:
Una forma clásica de remangar la camisa
Para empezar, no debemos olvidar que el estilo clásico siempre es tendencia. Partiendo de la premisa de que nunca se hará aburrido, puedes ajustar una camisa de cualquier material y otorgarle un toque urbano para que se muestre más informal.
De hecho, hasta puedes conseguir un look casual si combinas la camisa con los elementos adecuados.
Este tipo de remangado se presenta bastante natural. No se trata de hacer un doblado especialmente perfecto como si se le hubiera pasado la plancha, sino que se busca un aspecto más tranquilo aunque sin que parezca desaliñado.
En el caso de utilizar una camisa con botones en los puños, la primera doblez se hará hacia adentro, para mantener la longitud y tamaño del puño. La segunda doblez será hacia afuera, con un grosor igual al primero.
Es importante asegurarse de fijar el remangado en el botón, si es que lo tiene. Aunque si la manga ha quedado bien doblada, no debería soltarse.
Un toque formal para remangar la camisa
Tendemos a pensar que no se puede conseguir un look formal con una camisa remangada. Pero lo cierto es que todo depende de la forma en la que ésta se remangue y con qué la combines.
Este tipo de remangado se muestra más perfecto que el primero, y lo ideal es que no llegue más arriba del codo. Así, si la altura del remangado se sitúa a nivel del antebrazo, sentirás una mayor comodidad en lo que a movilidad se refiere.
Asimismo, sigue cumpliendo con la función de conseguir un look un tanto más libre y relajado; especialmente si se combina con unos vaqueros en lugar de unos pantalones de vestir o de traje.
Al tratarse de un conjunto formal, las camisas que se utilizan en estas situaciones suelen ser de doble puño. Es decir, además de las dobleces que harás del mismo grosor hacia adentro, también deberás hacer una tercer doblez hacia afuera, pero de menor largo que las anteriores. Así pues, obtendrás un doblado más seguro y a una altura ideal.
Una forma irregular de remangar la camisa
Por último, aquí tienes este tipo de doblez que denominamos irregular, y que muchos lo asocian al conocido como “estilo marinero” o “Whatever”. Tal y como su nombre indica, se trata de una doblez mucho menos cuidadosa que las anteriores.
A pesar de la imagen de “dejadez” que transmite, este tipo de remangado guarda cierta estética reminiscente de los años cincuenta.
En este caso, el tamaño de cada doblez no tiene porqué ser el mismo. Lo mismo sucede con el número de dobleces, que serán tantos como quieras. Como recomendación, te aconsejamos llevar el largo de la camisa hasta el antebrazo o incluso hasta los bíceps.
Ahora que ya conoces todos los trucos sobre cómo remangarse una camisa, ya no hay excusa. Consigue un estilo más personal combinando tus camisas para crear diferentes conjuntos.
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