Convertirse en un verdadero líder en tu entorno de trabajo no es únicamente cuestión de ganas y motivación, sino que debes trabajar en distintos aspectos de tu día a día para conseguirlo. Un buen liderazgo empresarial te ayudará a conseguir lo que te propongas y las metas serán mucho más sencillas de alcanzar.
¿Qué es el liderazgo empresarial?
Entendemos el liderazgo empresarial como el conjunto de habilidades y capacidades directivas de una persona. Estas permiten influir en el grupo de trabajo en el que desempeña sus labores, mejorando así los resultados como conjunto y aumentando el entusiasmo por las actividades.
Los tipos de liderazgo empresarial
En la actualidad, hay muchas formas de clasificar el liderazgo empresarial. Sin embargo, hay ciertas tendencias de gestión que destacan.
Liderazgo situacional
Como su nombre indica, este tipo de liderazgo se adapta a las circunstancias en las que se encuentra la empresa. Atendiendo a las necesidades de esta y a las capacidades de sus trabajadores, el líder aplica un tipo u otro.
Liderazgo democrático
Los trabajadores disponen de una mayor participación en la toma de decisiones. Con esto se consigue aumentar la motivación del equipo mediante actividades controladas, responsables y colectivas.
Liderazgo transaccional
Se basa en el uso del sistema de recompensas y penalizaciones, un método útil para reforzar la repetición de una acción. En el caso del ámbito empresarial, se anima a cumplir los objetivos marcados.
Liderazgo Laissez faire
En este tipo, el líder debe estar dispuesto a asumir el fracaso. Consiste en delegar las funciones operativas y confiar en los trabajadores que tienen las competencias necesarias para afrontar las tareas. De esta forma, el equipo se sentirá más valorado.
Consejos de liderazgo empresarial
Potencia el talento de tu equipo
El talento humano de la empresa es fundamental para su funcionamiento y, por supuesto, para alcanzar el éxito empresarial. Es importante seleccionar a personas que se complementen entre ellas y no realicen el mismo trabajo.
El equipo de trabajo debe estar preparado para enfrentarse a cualquier reto y, por eso, contribuir a su formación es esencial para convertirse en un buen líder. Además, deben disponer de los medios y herramientas suficientes para poder desempeñar sus tareas de la mejor forma posible.
Mantén una actitud positiva
Un verdadero líder debe tener la mente fría y evitar las indicaciones y decisiones que buscan intimidar y generar miedo en el equipo de trabajo.
Trabajar en la motivación de los trabajadores con una buena actitud y entusiasmo es fundamental para conseguir un buen liderazgo empresarial. Un equipo motivado y consciente de sus capacidades y habilidades, alcanzará con más facilidad el éxito que uno completamente desmotivado.
La comunicación eficiente es la base del liderazgo empresarial
Una buena comunicación entre las partes implicadas es esencial en cualquier tipo de relación, y las laborales no se quedan atrás. Una comunicación clara, transparente y, por supuesto, bilateral, facilitará el trabajo y hará que el equipo se sienta mucho más cómodo trabajando.
Liderazgo empresarial y comunicación son términos que van directamente ligados pues, un mal mensaje puede afectar negativamente al trabajo desempeñado.
La importancia de la escucha activa
La escucha activa es una de las grandes claves de la comunicación y es imprescindible para un buen liderazgo empresarial.
Esto consiste en escuchar con conciencia plena y mostrando interés. No se trata simplemente de oír, sino que se presta atención al mensaje de las personas que conforman el equipo de trabajo. Este tipo de escucha requiere de un esfuerzo cognitivo a la par que empático, pero será muy importante a la hora de tomar decisiones y convertirse en un buen líder.
El autoconocimiento es clave
Un buen líder debe conocer sus fortalezas, para enfocarse en ellas, y sus debilidades, para delegar esos trabajos a las personas del equipo más capacitadas. El autoconocimiento consiste en ser consciente de nuestros sentimientos, pensamientos, emociones y valores para poder gestionarlos de una forma óptima. Se trata de un proceso progresivo en el que se trabaja cada día.
Este aspecto es tan importante que incluso un estudio de Harvard Business Review expone que los líderes que son conscientes de sus emociones y se conocen escalan más rápido para conseguir sus objetivos.
Confía en el equipo y delega acciones
Un buen líder es aquel que confía en su equipo puesto que ha realizado un buen trabajo de selección. Una confianza en ellos conseguirá, por un lado, que se sientan más motivados a la hora de trabajar y, por otro, se involucrarán más con la empresa.
Potenciar la participación ayudará al estado de los trabajadores dentro de la empresa. Además, delegar acciones que, en un principio, pensamos asumir, conseguirá que el equipo se sienta más confiado y valorado.
Seguir aprendiendo es esencial
Conocer la actualidad de la industria en la que se encuentra tu empresa, adaptarse a las novedades tecnológicas y descubrir los nuevos métodos de negocio populares en la industria, es necesario para convertirse en un buen líder.
Es necesario mantenerse al día sobre todas las novedades que puedan afectar al negocio así como al equipo. Un líder debe de estar alerta a los cambios que influyen en el funcionamiento del negocio.
Fija metas para crecer como equipo
Establecer metas a corto, medio y largo plazo facilitará el trabajo para todo el mundo y ofrecerá una mayor motivación para desempeñar las tareas día a día. Ir marcando puntos, facilitando los medios para conseguirlo, así como comunicar los cambios de forma positiva, hará que todo el mundo trabaje con mayor eficiencia.
Aprender a gestionar el estrés es parte de mejorar tu liderazgo empresarial
Un líder tiene que lidiar con situaciones estresantes como resultado de la resolución de problemas y de la competencia. La presión constante puede afectar al trabajo. Por ello, es necesario trabajar en su gestión y no dejar que afecte al resto del equipo.
Reconocer las propias limitaciones, valorar a los colaboradores que tienen una mayor responsabilidad y, como decíamos, autoconocerse son actividades esenciales para aprender a gestionar el estrés tan común en el liderazgo empresarial.
Predica con el ejemplo
Son muchos los que confunden liderar con mandar. Un buen líder predica con el ejemplo, esto significa ser eficiente en sus labores y ser un referente para sus compañeros.
Exigir simplemente mandando, sin realizar ninguna labor solo aportará negatividad a la empresa y a los trabajadores, que se encontrarán desmotivados y no podrán establecer ningún tipo de vínculo con sus labores.