En el mundo de la gastronomía existen multitud de combinaciones de sabores que desearíamos probar.
En las vacaciones de Navidad lo bueno nos pierde, y es el momento en el que la cocina se viste de lujo con lo mejor del mercado. Nos referimos a los bocados gourmet, los manjares más caros del mundo.
Desde Lester, te presentamos algunos de los bocados con envoltorio de lujo a los que nadie se podrá resistir en tu mesa durante estas fiestas.
Caviar
Entre la más selecta variedad de aperitivos, destacamos el máximo exponente del lujo, el caviar.
Es un alimento delicioso, caro y complicado de conseguir. Sobre todo, si hablamos de las categorías más elevadas, como es el caso del caviar ruso o iraní extraído de las especies Beluga, Osetra o Sevruga.
Dentro de este grupo, despunta el Caviar de Beluga Albino, que también es denominado Caviar Almas. Para aquellos que no conozcan esta exquisitez, el Caviar Almas es un caviar iraní a base de huevas de esturión albino, y destaca por el tamaño del grano que tiene y su sabor distinguido.
Su nombre proviene de una palabra rusa que se traduce como “diamante”, y se comercializa presentado en cajitas de oro de 24 quilates. ¿Sabías que su precio alcanza alrededor de los 20.000 euros el kilo?
Setas Matsutake
El mundo de los hongos y las setas es tremendamente diverso. A pesar de las numerosas especies existentes, destacamos el Matsutake, una seta famosa por sus propiedades y su elevado coste.
Su precio puede alcanzar aproximadamente los 2.000 euros el kilo, debido a su demanda y poca producción.
Como curiosidad, este hongo tan apreciado en la gastronomía nipona, está asociado a la longevidad y su consumo no se reduce a una simple moda, sino más bien a una antigua tradición en Japón.
El Matsutake se prepara en sopas o a la plancha, y tiene un sabor herbal y especiado que puede recordar a la canela y la pimienta. Marida perfectamente tanto con carnes como con pescados.
Si te es imposible encontrar esta delicatessen tan particular, puedes optar por utilizar “Tricholoma caligatum”, el “hermano” de Matsutake.
Con un sabor ligeramente amargo, también es difícil encontrar. Además, en España es una especie protegida y apenas existe la costumbre de recogerla para su degustación en platos gastronómicos.
Buey Kobe
Existe una especie bovina originaria de Japón, el “wagyu”, con varias subespecies principales: japonesa negra, japonesa marrón, japonesa moteada y la japonesa de cuernos cortos.
Dentro de la japonesa negra, destaca la llamada tajima, que puede ser buey de Kobe si los ejemplares cumplen los requisitos pertinentes. Debe poseer un peso bruto de no más de 470 kilogramos y se caracteriza por su marmoleado, es decir, gran cantidad de grasa infiltrada que presenta la carne.
Además, el Kobe es una carne rica en grasas no saturadas y ácidos saludables como el oleico y los omega 3 y 6.
Si vas a cocinar la mejor carne del mundo, debes tener claro con qué vino maridarla. Un buen vino que se caracteriza por una delicadeza a la altura del buey de Kobe, es quizá el Cabernet Sauvignon.
Otra opción que se puede considerar es la uva tempranillo, originaria de España. Es una uva suave, con acentos afrutados y sabores terrosos.
Langosta del Atlántico
Si lo que quieres es sentirte como un auténtico sibarita, apuesta por la langosta del atlántico para las cenas navideñas. Pocos platos representan tan bien la esencia del gourmet como la langosta.
Suena irónico que, al igual que sucedió con el bacalao, la langosta sufrió uno de los cambios de imagen más extraordinarios: pasó de ser la comida de los más pobres a la de los más ricos.
La langosta se suele servir generalmente con mantequilla, por lo que su maridaje óptimo es con un Chardonnay en barrica francesa.
Trufa blanca de Alba
La trufa blanca o “diamante blanco” es uno de los manjares silvestres de denominación italiana más exclusivos para servir en los postres.
Es menos conocida que la negra, no obstante, debido a su escasez, exclusividad y precio, la trufa blanca se coloca en lo más alto de la gastronomía.
Se trata de un hongo subterráneo que no se cocina, ya que al entrar en contacto con el calor, pierde gran parte de su aroma. Presenta un color exterior dorado y un tono marrón en el interior; es de consistencia firme y tiene un tacto aterciopelado.
¿Si no se cocina, cómo utilizarla? Sirve como aderezo aromático, y se debe laminar muy finamente como toque final sobre un plato terminado. Se puede espolvorear sobre huevos fritos, pasta, risotto, ensaladas, sopas o cremas frías, pero siempre en el momento justo antes de consumirla.
Eso sí, para eliminar la tierra se debe lavar exactamente antes de laminarla, cuando se vaya a consumir. Para conservarla, debes envolverla en un paño de algodón y guardarla en un frasco hermético en la nevera.
Un 76% de su composición es agua, aunque es verdad que también aporta hierro, potasio, magnesio, calcio, cobre y cinc.
¿Sabías que se ha llegado a pagar hasta 100.000 euros por dos piezas que no sumaban ni un kilo? El precio medio supera los 6000 euros el kilo.
Melón Yubari
Es posible que la fruta no se considere un alimento de lujo, pero sin duda alguna, el récord de precios se lo lleva el melón yubari.
Esta pieza de fruta se cultiva en invernaderos en la ciudad de Yubari, en Hokkaido, la segunda isla más grande de Japón. El acto de regalar este producto, es considerado como símbolo de agradecimiento y respeto en este país.
Se trata de un melón híbrido, resultado de una variedad de melón americano y otra procedente de Europa. Debe tener un aspecto totalmente redondo, con una corteza suave con surcos en forma de red.
Es el melón más caro del mundo con diferencia, llegando a venderse una pareja de melones por más de 25.000 euros en una subasta. Hablamos de una fruta que ha llegado incluso a sobrepasar a las clásicas delicatessen como las trufas, el caviar o las ostras.
Su sabor es excepcional, oscila entre el dulce y un ligero picante. Presenta una carne de color anaranjada, pulposa y muy fina.
¿Qué te parecen estos bocados suntuosos? Anímate a prepararlos para impresionar a tus invitados y degustar algunos de estos lujosos placeres en tu mesa estas navidades.