Después de todo lo que hemos pasado con el coronavirus, nos preguntamos cómo podemos ayudar a nuestros amigos que lo estén pasando mal, ya sea por salud o por sentirse un poco aislados o deprimidos. Cuando personas muy cercanas a nosotros se encuentran pasando por un momento difícil, puede ser igual de complicado averiguar cuál es la mejor manera de acercarse a ellos y qué decir exactamente. Más allá de dar señales de vida, ¿qué más podemos hacer?
Escucha
En 2016 el Harvard Business Review analizó los datos de 3.492 participantes en un estudio sobre lo que era un buen oyente. Las principales conclusiones fueron: no te limites a permanecer en silencio, haz preguntas que promuevan el descubrimiento y desarrollen la autoestima de la otra persona. Haz sugerencias y da retroalimentación; tiene que ser una conversación cooperativa.
Sé implacable
Cuando los tiempos se ponen difíciles, ser consistente e implacable como amigo es el camino a seguir. Así sabrá que siempre estarás cuando te necesite. Los amigos no necesitan ser rescatados, solo necesitan ser escuchados. Comienza por preguntar, no asumas lo que está pasando porque sí.
Comunícate ya
El 31% de los hombres afirman tener relaciones debilitadas con amigos / colegas desde el brote de Covid-19. Intenta hacer un mayor esfuerzo durante este tiempo.
No juzgues
Lo principal es hacer saber que se puede decir cualquier cosa y que no juzgarás a la otra persona ni te asustarás. Pregúntale a tu amigo qué necesita, escucha bien lo que te diga y sé súper práctico.
Estate disponible
Hazle saber que estás siempre ahí: el 70% de los hombres dice que sus amigos pueden confiar en ellos para recibir apoyo, pero solo el 48% afirma que confía en sus amigos.
Ser un gran amigo significa asegurarte de estar presente siempre que puedas. Parece que vivimos de forma distraída, que vamos de aquí para allá, que estamos en todas partes y en ninguna. Ser un buen amigo significa detenerse y realmente conectar con lo que está sucediendo en su vida. A un nivel más profundo, permítele ser vulnerable contigo y viceversa.
Estate atento
A lo mejor alguien cercano a ti está luchando con su salud mental en este momento. Puede ser complicado detectar las señales. Un amigo que no duerme, un colega que ha perdido el interés, alguien de tu familia que está más irritable de lo normal…
La salud mental es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo y uno de cada cuatro hombres ha informado de un empeoramiento de su salud mental desde que comenzó la pandemia.
Sabe qué decir
Observar los cambios en su comportamiento y hacer preguntas sobre ello puede hacer que la persona sepa que estás prestando atención. «He notado que has estado bastante deprimido últimamente, ¿qué está pasando? “; ” No pareces tú mismo, ¿estás bien?» o «No he tenido noticias tuyas en un tiempo, ¿está todo bien?»
No seas un sabelotodo
Muchas personas están lidiando con la pérdida de un trabajo, el estrés financiero, la soledad y otros factores que pueden afectar su salud mental. Haz preguntas, mencionando cualquier cosa diferente que hayas notado en su comportamiento. Escucha con toda tu atención, sin interrupciones. No intentes diagnosticar problemas, ofrecer soluciones o dar consejos. Fomenta la acción y ayúdalo a concentrarse en cosas simples que podrían mejorar su bienestar: ¿está durmiendo lo suficiente, haciendo ejercicio regularmente y comiendo adecuadamente?
Ten una conversación honesta
Mantener una buena amistad implica muchas cosas: la reciprocidad, el compromiso, el aprecio por las opiniones y perspectivas de los demás, la conversación honesta…, son solo algunas de las cosas que contribuyen a un vínculo duradero con tus amistades. Mostrar un interés genuino por tu amigo, tal como te gustaría que los demás lo hicieran por ti, es una excelente manera de generar confianza y demostrar que os apoyáis mutuamente en las buenas y en las malas. Hay que tomarse tiempo el uno para el otro, una buena amistad no debe darse por sentada.
Sé comprensivo
En 2015, FifPro descubrió que el 38% de los futbolistas activos sufrían problemas de salud mental. Cualquiera puede sentirse deprimido o ansioso, así que no te sorprendas si a alguna persona cercana a ti también le pasa.
Entiende los peligros y tómatelo en serio
La soledad tiene el mismo impacto en cuanto a mortalidad que fumar 15 cigarrillos al día. Además, cada minuto, un hombre se quita la vida. La salud mental no debe tomarse a la ligera. Así que, por si acaso, ponte en contacto con ese amigo del que no has tenido noticias desde hace tiempo.
Levanta el teléfono
En 2017 el uso de llamadas telefónicas disminuyó por primera vez en la historia. Si bien conectarse con amigos en el chat grupal está bien, también puede ser algo impersonal y fugaz. Si no te puedes reunir en persona, nada reemplaza el toque personal de una llamada telefónica.
Elogia el éxito
Un buen amigo comparte los buenos tiempos y se alegra por su éxito. Un amigo aún mejor se acerca y le brinda la oportunidad de hablar cuando está pasando por momentos difíciles. Haz un esfuerzo por contactar con las personas que han desaparecido por un tiempo o si sabes que están lidiando con algunos problemas.
Queda con él para poneros al día o simplemente envíale un mensaje de texto. Cuando alguien diga que está bien, haz más preguntas. Puede marcar una gran diferencia saber que alguien se preocupa por ti.
Sé ingenioso
No solo puedes preguntarle a un amigo cómo está. Puedes enviarle un meme, tomar un café, compartir un artículo, una recomendación de Spotify, preguntarle sobre el trabajo, pedirle su opinión sobre algo que les importe a ambos, felicitarlo por algo que haya logrado, enviarle una foto antigua…
Haz algo más allá del «me gusta»
Una investigación realizada en 2018 por la Universidad de Pensilvania concluyó que limitar las redes sociales a 30 minutos al día reduce significativamente la soledad y la depresión. Haz algo más significativo con tus amigos que contactar con ellos por redes sociales.
Comprende las causas
La pandemia ha causado estragos en la salud mental de muchas personas: aislamiento social, miedos sobre la seguridad laboral, preocupaciones económicas, tensiones en una relación, ansiedad, estrés…
Controla el uso de alcohol
Si crees que tu amigo se está pasando con el alcohol: busca cinco minutos cuando esté sobrio para hablar, sé claro sobre el impacto negativo que está teniendo la bebida, escucha su respuesta, encuentra soluciones y discute los cambios que podría realizar. Decidid acciones y ponedlas en práctica. No te metas en una discusión, no uses ataques personales, no amenaces, generalices («tú siempre») o saques a relucir el pasado.
Ten conciencia de ti mismo
Parte de ser un buen amigo es conocerte a ti mismo. La tensión social se debe en parte a la incapacidad de asumir la responsabilidad de nuestros propios fracasos. Acepta tus fortalezas y debilidades, comprende el impacto de tu comportamiento, acéptate sin resentimientos. Lo único que tienes en común con todas tus amistades eres tú.
Comprende el valor de la amistad
Las relaciones familiares a menudo conllevan dosis de culpa y obligación. Los amigos, por otro lado, pueden ser el antídoto para las cargas de la vida diaria.
Discute tus problemas
Considera hablar con tus amigos sobre tus propios problemas y salud mental. Esto no solo te ayudará y explicará ciertos comportamientos, sino que también puede invitar a la conversación y os ayudará a abriros.
Mantén el contacto
Sabemos que a medida que envejecemos, especialmente para los hombres, la brecha entre esos encuentros con nuestros amigos puede comenzar a ensancharse si no tenemos cuidado. Siempre podemos retomar donde lo dejamos, pero también es posible que perdamos la oportunidad de estar realmente ahí cuando alguien nos necesita, o viceversa. Pasar tiempo con personas cuya compañía disfrutamos puede tener un impacto profundamente positivo en nuestro bienestar.
Mantente activo
El Royal College of Psychiatrists reconoce la prescripción de ejercicio físico como tratamiento para una amplia gama de problemas de salud mental. ¿Por qué no invitar a tu amigo a unirse a una pachanga de basket o de fútbol? Incluso un paseo servirá.
Ponlos en tu agenda
Cuando un amigo te cuente algo importante que le va a suceder, ya sea una entrevista de trabajo o un proyecto en el que está trabajando, asegúrate de preguntarle cuándo tendrá lugar. Lo más rápido posible, ponte un aviso en tu agenda para enviarle un mensaje de texto o llamarle en esa fecha. Un simple mensaje como «Pensando en ti hoy. ¡Lo tienes!”, puede marcar la diferencia.
¡Diles que son geniales!
Un estudio de 2016 en EE. UU., realizado entre más de 100.000 hombres, destacó cómo la autoconfianza masculina se ve afectada por su imagen corporal. Menos de la mitad de los hombres encuestados estaban satisfechos con su cuerpo. La baja autoestima es claro síntoma de depresión y ansiedad, además de agudizarlos. No dudes en decirle a tus amigos lo que te gusta de ellos.