Ya casi está aquí el verano y llega el momento en el que todo el mundo se acuerda de ponerse en forma en el último momento, sobretodo después de un largo parón forzado e inesperado como el que acabamos de sufrir.
Sacas la ropa del verano pasado que tienes que probarte para ver si todavía te entra y ves cómo los gimnasios se llenan cada vez más de gente que intenta perder ese último gramo de grasa o ganar un par de kilos de músculo para el verano.
Sin embargo, lo creas o no, una dieta equilibrada representa aproximadamente el 70-80% de tu progreso para lograr ponerte en forma, lo que le deja simplemente un 20% al ejercicio.
Esto no significa que no debas comprometerte con una rutina de ejercicios en verano, quiere decir que la nutrición es el aspecto principal, y el que tiene el mayor impacto a la hora de conseguir este propósito.
Puedes hacer 1000 flexiones, pero no perderás mucha grasa corporal si después te vas a poner a comer sin control. Con estos consejos podrás conseguir y mantener un cuerpo de verano de forma rápida. Puedes probar estas sugerencias de 2 a 4 semanas y comprobar los resultados, vamos allá:
- Haz comidas más frecuentes y de poca cantidad. Preferiblemente de 5 a 6. Si solo estás comiendo de 2 a 3, intenta aumentarlo a 4 una semana y a 5 la siguiente. Recuerda que las porciones deben ser suficientes como para dejarte satisfecho hasta tu próxima comida, de 2 a 3 horas después.
- Asegúrate de que todas tus comidas estén basadas en una fuente de proteína de buena calidad (carnes magras, aves de corral, pescado, tofu..), y combínalas con algún tipo de verdura. Para al menos tus tres primeras comidas, divide tu plato en tres secciones:
- Fuente de proteína.
- Carbohidrato complejo.
- Vegetales con fibra.
- Haz tu comida más abundante por la mañana y disminuye progresivamente las calorías a medida que avanza el día.
- Evita azúcares simples. Sustituye los alimentos con alto contenido de azúcares por carbohidratos complejos con bajo índice glucémico y vegetales con fibra.
- Para tu última comida del día, intenta comer solo proteínas y todas las verduras que desees. Algunos ejemplos son el brócoli, las judías verdes, los espárragos, el calabacín, las coles de bruselas, … Estas verduras te darán la fibra recomendada que necesitas diariamente y también ayudarán a acelerar tu metabolismo.
- Bebe mucha agua. Intenta beber 1,5 o 2 litros por día durante 2 semanas seguidas.
- No comas nunca de 2 a 3 horas antes de acostarte.
El cambio de dieta para mejorar nuestro estado de forma de cara al verano no es algo sencillo. Es habitual que tras unos días, o incluso semanas, después de haber conseguido mantener una rutina, flaqueemos y nos demos un atracón. Puede que nos sintamos culpables e incluso que nos queramos dar por vencido. Pero no te preocupes, no pasa nada si cedemos una vez por semana.
Un factor clave para mantener tu nueva dieta es la planificación. Planifica tus desayunos, almuerzos, cenas y meriendas con antelación. Si no lo haces lo más probable es que eches mano de lo que tengas más cerca en cuanto te entre el hambre. Puedes reservar algo de tiempo durante el fin de semana o una noche por el medio de la semana para cocinar y preparar unos sándwiches, por ejemplo. Alcanzarás la rutina de comer saludable y lo convertirás en un hábito duradero. ¡Ánimo y no te desanimes!