Hoy en Lester le prestamos atención a una de las exposiciones más importantes que tendrá lugar este año en España. El Museo Del Prado de Madrid continúa con las actividades de celebración de su Bicentenario, y en esta ocasión invita a uno de los grandes maestros que aún no había pasado por sus salas: Alberto Giacometti. Esta muestra será comisariada por Carmen Giménez, Stephen y Nan Swid Curator of 20th Century Art del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York y tendrá como eje principal la Galería Central del edificio Villanueva. Podrás visitar la muestra desde el 2 de abril hasta el 7 de julio de este año, así que apúntala bien en tu agenda para que no se te pase.
Giacometti, uno de los artistas más influyentes del siglo XX, nace en Suiza en 1901 en el seno de una familia de artistas. De hecho, su padre Giovanni, fue un reconocido pintor neoimpresionista. Alberto se inició en el dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Ginebra y en 1922 se traslada a París para profundizar en su formación artística, donde entra en contacto con los cubistas, y más tarde con el grupo surrealista al que se sintió más atraído.
Aquí Giacometti empieza a trabajar en dos de sus lineas artísticas principales: el simbolismo y la reducción de la materia. Esta última se cuenta que se debe a una especie de leyenda ocurrida en el París de 1938, cuando tenía 37 años. Giacometti se despidió de su amiga modelo Isabel Lambert y observándola cómo se alejaba en medio de la noche vislumbró cómo se hacía cada vez más pequeña y alargada, pero sin perder intensidad y conservando su propia identidad.
En la década de 1940, Giacometti empieza a crear sus reconocibles figuras extremadamente alargadas, escuálidas, de contornos desdibujados, que sugieren inquietudes en torno al espacio y la distancia entre el modelo y el artista.
Durante la Bienal de Venecia en 1962 recibió el gran premio de escultura, lo que ya le consagró como una celebridad internacional.
Así que no te pierdas esta gran oportunidad de ver la obra de uno de los grandes genios más influyentes en la historia del arte, alguien a quien Sartre definió como «el artista existencialista perfecto», «a mitad de camino entre el ser y la nada».