España cuenta con una larga tradición marítima que ha ido evolucionando desde los galeones del siglo XVI hasta las embarcaciones modernas de hoy en día. Con el fin de fomentar y preservar la cultura náutica tradicional en España, nace, en 2009, la Asociación Española de Barcos de Época y Clásicos (AEBEC) en el Club Nàutic d’Arenys de Mar, en Barcelona.
Asociación Española de Barcos de Época y Clásicos
La misión de la ABAEC es promover la restauración y conservación de barcos clásicos y también la construcción de réplicas para evitar la desaparición. Una de las medidas que han llevado a cabo, ha sido la creación del Registro Español de Barcos clásicos, cuyo objetivo es censar el patrimonio náutico clásico de España, público y privado, para darlo a conocer. Consideran barco clásico todo aquel, a vela o a motor, construido antes de 1980, o bien, réplicas construidas posteriormente, pero basadas en planos y materiales acordes a épocas anteriores a 1980. Cualquier armador de este tipo de naves, que tenga pabellón español o cuyo puerto de amarre esté en España, puede dar de alta la suya y dejar constancia de su existencia. Así, en la actualidad, hay casi 300 navíos inscritos.
Las embarcaciones del Registro Español de Barcos clásicos
Entre los navíos que ya están inscritos, figuran el Marigan, que originalmente se llamaba Molita, un cúter de vela cangreja diseñado por Charles Livingston y construido en Alemania en 1898. Recibió su nombre actual cuando fue botado de nuevo en 2006 tras una restauración y, actualmente, amarra en el Real Club Náutico de Palma.
También se puede encontrar en el registro, el Xarifa, una de las embarcaciones más grandes del registro. Se trata de una goleta bermundana de tres palos, de casi 50 metros de slora, diseñada por J. M. Soper y construida en el astillero JS White & Co en 1927. Fue un encargo de Franklin Morse Singer, hijo del famoso fabricante de máquinas de coser Isaac Merrit Singer y de Isabella Eugenie Boyer, conocida por ser la modelo en la que se inspiró Bartholdi para hacer la Estatua de la Libertad. Con una larga historia, hoy en día se encuentra en Palma de Mallorca.
La embarcación más antigua registrada hasta el momento es el Tomy, un yawl cangreja cuyo diseñador es desconocido y data del 1859, con casi 15 metros de slora, se encuentra amarrado en el Real Club Náutico de Palma.
El Creole, con algo más de 65 metros de slora, es una goleta de tres palos que se alza como la nave más grande de este Registro Español de Barcos Clásicos. Concebido en 1927 por Charles Nicholson y por encargo del millonario Alec Cochran, en su inauguración, la botella de champán que debía estallar contra su casco a la hora de bautizarlo, no rompió hasta el tercer intento y, según la superstición marinera, eso trae mala suerte. Eso y una serie de catastróficas desdichas han dado a este barco la fama de maldito. Pero todo esto, no asustó a los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, que pasaron su luna de miel en él o al modisto italiano Maurizio Gucci, que lo compró y lo restauró en 1983. En 1955, Gucci murió asesinado por unos matones contratados por su propia esposa y los rumores de la maldición del Creole volvieron. Hoy en día es propiedad de sus hijas, que han intentado venderlo, pero sigue sin aparecer un comprador que se atreva a invertir en él.