Lo primero que tienes que tener en cuenta a la hora de vestir para ir a la oficina es el tipo de empresa. Muchas veces, la propia empresa estipula un código de vestimenta pero, en otras ocasiones, el atuendo es libre. Sea como sea, debes aplicar, siempre, el sentido común.
Formal
Tanto si la empresa estipula cómo vestir para ir a la oficina como si no, el traje es siempre un acierto. Debe ser de corte clásico y, preferiblemente, de colores oscuros, de estilo ojo de perdiz, diplomático o fil a fil. Pon atención a la talla y escoge un traje que se ajuste bien a tu cuerpo, un traje demasiado flojo o demasiado ajustado puede echar por tierra toda su elegancia. La chaqueta debe ser entallada (no apretada), de dos o tres botones y dejar asomar 2 cm del puño de la camisa y la solapa debe dejar ver por completo el cuello de la misma. También es importante que el largo del pantalón no alcance la suela del zapato.
La camisa puede ser lisa o con estampados. Las camisas lisas y de colores neutros, como el blanco o el azul, son más fáciles de combinar. Por otro lado, las camisas de rayas o de cuadros pueden dar un toque de contraste a tu look de oficina pero ten cuidado y elige, siempre, con motivos discretos y finos. ¡Y llévala siempre por dentro!
La corbata también puede ser lisa o estampada, siempre en contraste con la camisa. Si la camisa tiene motivos, pon una corbata lisa, no conviene recargar. Por lo contrario, si la camisa es lisa, puedes combinarla con una corbata estampada para romper la monotonía. Asegúrate de llevar el nudo bien apretado y que la corbata quede por encima de la cintura del pantalón.
Los zapatos deben ser de vestir y cerrados. Pueden ser de cordones tipo Oxford o Derby, o con hebilla monkstrap. Pon cuidado al combinarlos con el traje y procura mantenerlos, siempre, impecables.
No te excedas con los complementos, utiliza más bien pocos. Será suficiente con un cinturón del mismo tono que los zapatos, un reloj elegante, unos gemelos y un pañuelo de bolsillo, si procede. También puedes completar tu outfit de oficina con un portafolio de cuero.
Business Casual
El business casual es una manera de vestir para ir a la oficina más relajado pero sin perder elegancia.
En este tipo de indumentaria los pantalones pueden ser de vestir, con o sin pinzas, o chinos. Opta por colores oscuros para invierno y colores más claros para los meses de calor. Intenta reservar los vaqueros para otro tipo de ocasiones pero, si los vas a usar, procura que sean lo más clásicos posible.
Para la parte superior tienes varias opciones. Puedes llevar camisa, de vestir o tipo Oxford, o polos de manga corta o larga. Como es un estilo más casual, están mejor aceptados los estampados un poco más atrevidos. Olvida las camisas de manga corta. Si hace calor, es preferible una camisa remangada o, directamente, un polo de manga corta.
Los zapatos, mejor de corte clásico y cerrados, aunque también puedes decidirte por unos mocasines. Los calcetines puden ir a juego o a contraste si prefieres algo más desenfadado. En el business casual, ya no es obligatorio combinar el cinturón con los zapatos así que tienes más libertad para jugar con los tonos.
La chaqueta americana es siempre un valor seguro, pudiendo ser de tweed o más informal. Puedes completar el conjunto combinándola con un jersey o chaleco.
Por último, y distinguiéndose de lo formal, ¡la corbata es opcional!
Formal o business casual, en la tienda online de LESTER te ofrecemos la prenda adecuada en cada ocasión. Desde trajes o corbatas para los looks más formales, hasta los jerseys o las camisas sport de los outfits más relajados. Echa un vistazo a nuestros productos y combínalos siguiendo estos consejos de cómo vestir para ir a la oficina que acabamos de darte.