Al mirar nuestro armario, muchos de nosotros puede que nunca nos preguntemos por la historia y el origen de esas prendas. Una pena, porque nos perderemos muchos datos, tanto valiosos como curiosos, que ayudan a entender cómo se ha moldeado la evolución de la moda y por qué algunas prendas se han convertido en símbolos de la cultura popular.
Además, un cárdigan no es simplemente otra prenda más sino que es un como un trampolín para llegar a algunos de los estilos contemporáneos más populares. Se puede utilizar con jeans o pantalones de color caqui, por ejemplo. Algunos estilos de cárdigan también se pueden usar incluso con traje o con pantalones cortos en una tarde fría. Esta prenda realmente pragmática se ha convertido en la prenda de vestir perfecta para los que quieren abrigarse, pero no tanto como para un jersey o suéter de cuello vuelto.
Los orígenes del cárdigan
El cárdigan tiene una procedencia histórica vívida y feroz. Su inventor epónimo, James Thomas Brudenell, el séptimo conde de Cardigan, era teniente general en el ejército británico. Era una persona arrogante y malhumorada, según los historiadores, pero también adinerado, elegante y seductor. Como testimonio de sus gustos petulantes, gastó £ 10.000 al año en equipar a su regimiento con nuevos y ostentosos uniformes.
El conde también debía tener un espíritu intrépido (o afligido por una crisis de la mediana edad), porque en 1854, a la edad de 57 años, dirigió la famosa Carga de la Brigada Ligera en la Batalla de Balaclava durante la Guerra de Crimea. Cardigan era un hombre con todo que perder y nada que ganar. Sin embargo sobrevivió sin un rasguño. Regresó a Londres liderando sus tropas, siendo bienvenido como un héroe e incluso con una recepción de la Reina Victoria en Windsor. El cárdigan se convirtió entonces en una prenda muy popular durante el breve momento de gloria del conde. Como prueba del poder práctico y de permanencia del cárdigan, pronto comenzó a producirse industrial y comercialmente en las fábricas, manteniendo calientes a miles de británicos.
Aunque al final esta prenda lleve el nombre del conde de Cardigan, el inicio de su historia data de más atrás. En el siglo XVII, los pescadores británicos y franceses adoptaron esta prenda para mantenerse calientes en los fríos días de invierno en el mar. El cárdigan también era utilizado en Estados Unidos, y en 1865 el equipo de béisbol de la Universidad de Harvard añadió la letra «H» al frente de sus camisetas y el cardigan en “V”, también con letras, se convirtió en la indumentaria favorita en los campus de todo el país.
Coco Chanel revivió el interés en el cárdigan entre las mujeres durante la década de 1920. Una década más tarde, los cárdigans se hicieron muy populares tanto en la moda masculina americana como en el campo de golf.
Inicialmente hecho con materiales más duros como la lana, el cárdigan de una pieza generalmente tiene botones u otras piezas de sujeción en el frente. Estos botones ayudan a cerrar la parte delantera, ya sea desde la parte inferior a la superior o quizás solo hasta la mitad del torso, según el estilo y el corte del mismo. Algunos cárdigans también tienen cremalleras en lugar de botones que pueden ayudan a cerrar el frente de otra manera.
Cómo usar un cárdigan
El cárdigan es una prenda cómoda y muy práctica. Puede estar hecho de casi cualquier tipo de material, aunque si se utiliza para conseguir mayor calidez, lo mejor será elegir los materiales más tradicionales: lana y algodón.
Al igual que con una chaqueta, el ajuste de un cárdigan es de suma importancia. Afortunadamente, es una prenda flexible que se adapta a la forma de tu cuerpo. Encontrarás que los cárdigans pueden presentarse en varias longitudes, pero siempre deben ser lo suficientemente largos como para cubrir tu cinturón, ya que de lo contrario parecerá que te lo ha dejado tu hermano pequeño.
Debes prestar mucha atención al tamaño de las sisas. Si son demasiado apretadas, te sentirás muy incómodo y si son demasiado grandes, no solo se verán holgadas, sino que tendrás que estar todo el rato colocándote el cárdigan sobre el cinturón.
El cárdigan es una prenda informal que puede dar mucho juego a tus looks. Por ejemplo, puedes sustituir tu abrigo deportivo o suéter por un cárdigan. También puedes optar por una camisa de vestir y corbata por debajo. Es una prenda perfecta para vestir en ocasiones informales, pero aún así te puede ayudar a ejercitar tu selección de corbatas. Además debido a su carácter casual, los lazos de punto son un compañero ideal en su diseño.
Cuando reemplaces un blazer o sportcoat, opta por un cárdigan de punto grueso porque los finos pueden verse demasiado endebles. Un cárdigan puede ser perfecto si consideras el chaleco demasiado formal para el trabajo, porque la formalidad de un cárdigan está justo en algún lugar entre un suéter y un blazer.
Al igual que las camisas, la longitud correcta de la manga es importante. Si solo llevas un cárdigan, es mejor que no muestres el puño de la camisa. Pero si llevas un cárdigan delgado debajo de un blazer, sería correcto lucir el cárdigan y el puño de la camisa.
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