Está claro que la Navidad es tiempo de celebración y brindis, pero no cualquier brindis. En el post de hoy os recomendamos hacerlo con un buen champagne francés y os damos tres recomendaciones. A ver qué os parecen.
Hablar de champagne, o champán, es hablar de Francia ya que este vino es exclusivo de la región de Champagne al noreste de Francia y como tal debe figurar en la botella.
El champán es un vino espumoso, blanco o rosado, elaborado principalmente con uvas chardonnay, pinot meunier o pinot noir. Las burbujas se deben a la doble fermentación, una primera en cuba y una segunda en botella.
Dicen los entendidos que el champán debe tener un color suave y limpio y su burbuja de ser pequeña pero intensa, elevándose despacio, de forma continua a través de sutiles cadenas. Al servirlo debe tener abundante espuma que debe ser clara, compacta y duradera, formando una corona en la copa, preferiblemente estilo tulipán, ya que facilita que los aromas y la temperatura se mantengan durante más tiempo. Esto, junto con el aroma y sabor que se mantiene de forma prolongada en boca, determina la calidad de un buen champagne.
El ensamblaje juega tradicionalmente un papel primordial en la elaboración de este tipo de vinos. Para ello se juega con tres parámetros: la añada, la cepa o el terruño (cru). Por lo general los champagnes son fruto del ensamblaje de varias uvas, de diferentes terruños e, incluso, de varias añadas según los criterios y el buen hacer del chef de cava. Pero se pueden hacer solo sobre una de las dimensiones, existiendo tres posibilidades:
- Millésime: champagnes elaborados con vinos de un mismo año. Se realiza en cosechas excepcionales de una gran calidad que no hace necesario recurrir a vinos de reserva.
- Sobre una misma cepa: es lo que se denomina Blanc de Blancs, elaborado exclusivamente con uvas blancas (chardonnay) o Blanc de Noir, elaborado únicamente con uvas negras (Meunier, pinot noir).
- Cru, es el elaborado con uvas de un mismo municipio vinícola, combinación de cepas, terruños y clima, que por sus cualidades o características lo hacen especial. En estos casos el champagne se denomina gran cru o premier cru.
Dentro de la categoría millésime se engloban los tres caldos de los que vamos a hablar y los tres pertenecen a una añada muy particular, la de 2008.
- Don Pérignon Vintage 2008. Champagne elaborado exclusivamente a partir de las mejores uvas de ese año y que, tras un mínimo de 8 años de crianza en bodega, alcanza un sabor pleno de armonía. Además esta edición marca la transición de su chef de cava, ya que Richard Geoffroy deja el puesto a su sucesor Vincent Chaperon, que será el nuevo Chef de Cava de la mítica bodega francesa desde el 1 de enero de 2019.
- Louis Roederer Cristal 2008. Según palabras de los propietarios de La Maison, Cristal es la continua búsqueda de la perfección y la excelencia, es la joya de la casa francesa ya se elabora únicamente en años en que las cosechas han sido excepcionales. 2008 reunió esas condiciones lo que permitió prolongar el envejecimiento hasta 10 años, dando lugar a un champagne único.
- Champagne Barons de Rothschild Vintage 2008. Este millésime simboliza la elegancia de un excepcional año para el chardonnay, con ocho años de envejecimiento en las bodegas. Se trata de un Blanc de Blancs que encarna la elegancia y delicadeza del chardonnay aumentada con la delicadeza y complejidad de un año excepcional.
Esperamos que nuestras recomendaciones os ayuden a decidiros por un champán especial para celebrar estas fiestas en la compañía de vuestros amigos y familiares.
¡Aprovechamos para desearos unas muy felices fiestas y un próspero año nuevo 2019!